Crecimos por sus calles donde, año tras año, huíamos de la ciudad para encontrarnos con la mejor versión de nosotros mismos, más libres, más ávidos de aventuras, más nuestros.
La Torre, Nuestra Torre...🌃
Todos tenemos un sitio donde relajarnos, solo pensar en ti y cual serán las mejores decisiones para el futuro, tomar fuerza para afrontar los problemas, buscar soluciones con “las pilas cargadas”.
De peques nos gustaba jugar allí, me lo pasaba en grande con las casitas y cuando estaba ñoña recuerdo que había una piedrecita que se ajustaba a mi traserillo la mar de bien.
Cuando crecemos nos damos cuenta que el tiempo es más escaso, los problemas no son los mismos y la situación de cada persona ha cambiado, aun así y por suerte los recuerdos no nos los puede arrebatar nadie.
Para mucha gente puede ser unas viejas ruinas, para otros un mirador desde el que se ve todo el pueblo, para los que la llamamos La Torre significa momentos vividos, recuerdos bonitos y experiencias inolvidables, para mi es “Mi rincón de pensar”.
Hace algunos días me mandó la foto Iñigo, una persona que estuvo con su familia disfrutando en El Amanecer de Sara, de Cuevas de Provanco y sus alrededores, y realmente pensé que esta foto se merecía unas palabras.
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